Richard Barret, presidente de la Academy for the Advancement of Human Values y experto en la evolución de los valores humanos en los negocios y en la sociedad, participó esta semana en un webinar sobre ‘Cómo evolucionar profesional y personalmente en medio del caos’. En su intervención, Barret describió los diferentes estados de evolución de la conciencia humana y argumentó que, en realidad, «las organizaciones se desenvuelven con esos mismos niveles de conciencia porque están formadas por personas. Hasta hace poco, se podían tomar decisiones basadas en creencias, pero en la actualidad, con la rapidez con la que se producen los cambios, las creencias son limitantes. Es mucho más poderoso tomar decisiones basadas en valores porque ayudan a cocrear el futuro».
Desde que nacemos hasta que alcanzamos la edad adulta, nuestro desarrollo emocional pasa por diferentes etapas. En cada una de ellas vamos incorporando conocimientos y experiencias, aprendemos a desenvolvernos en nuestra familia y nuestra cultura y desarrollamos emociones y comportamientos más complejos hasta que alcanzamos un nivel de consciencia que nos hace plantearnos quiénes somos y para qué estamos aquí. «En las organizaciones se replican estos siete niveles de conciencia», afirma Barret. «Hay empresas que están en un nivel de conciencia de supervivencia, que funcionan por instinto y otras, más evolucionadas, que se preocupan por cómo su actividad impacta en su entorno», asegura Barret. «Sólo estas últimas están preparadas para construir el presente mirando al futuro».
Saber prosperar en el caos y apoyar a los equipos en momentos críticos son clave para convertirse en empresas que, además de ser rentables, impacten positivamente en la sociedad
Héctor Infer, Socio Fundador & Global Mentor de Transform Action, que participó también en el webinar, afirmó que la cultura y la estrategia son dos caras de la misma moneda y señaló que «existen cuatro tipos de organizaciones: las tóxicas, que se basan en competir construir relaciones de lealtad y marcar territorio; las organizaciones saludables, que son fiables y competentes, consiguen el respeto y el reconocimiento y cuida los recursos humanos y materiales; las organizaciones flexibles, que piensan y actúan fuera de la caja de las tradiciones para reinventarse; y las saludables, que contribuyen a la creación de valor económico, colaborar con los demás a marcar diferencias y crear espíritu de comunidad».
Con la pandemia y la situación de caos e incertidumbre que se ha generado, personas y organizaciones deben tomar la decisión de quedarse paradas y esperar a que todo pase a ver si se salvan o aprovechar la situación para dar un paso adelante y seguir avanzando. Las empresas con un sistema de toma de decisiones basado en valores, que se preocupan por el entorno lo tienen claro. Algo muy necesario si se tienen en cuenta los últimos datos internaciones. En ese sentido, Héctor Miralles, director de RRHH de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), recordó que la pandemia del COVID ha originado una crisis económica que ha supuesto un descenso del PIB en la Iberoamérica de entre el 8 y 9% y un aumento de la pobreza del 4% y que según las perspectivas económicas de América Latina de la CEPAL 2020: la productividad laboral prácticamente no ha crecido desde mediados del siglo XX.
A continuación, puedes disfrutar de esta conversación íntegra entre Richard Barrett y Héctor Infer: